Las 1502 páginas del libro (en
edición de bolsillo de Plaza y Janés) siempre me echaron un poco para atrás
pero, debido a la reciente noticia de que este año y el sucesivo tendremos una
nueva adaptación cinematográfica de la obra y a las maravillas que había oído
hablar del libro, me decidí a darle una oportunidad. Me ha sorprendido que,
para lo que me cuesta leer novelas largas, lo haya devorado entre el día 5 de
enero y el día 18. Siempre me ha gustado Stephen King pero 1502 páginas son
1502 páginas… y para alguien que no se atreve demasiado con esos tochos, impone
bastante.
¿De qué trata la novela a grandes rasgos? Cuenta la historia de siete amigos: Bill, Mike, Stan, Richie, Eddie, Ben y Beverly que vuelven a reunirse tras veintisiete años sin verse para derrotar de nuevo a Eso, una criatura sobrenatural que habita en el pueblo de Derry, Maine, alimentándose de sus habitantes tomando diferentes formas y apariencias, y al que creyeron haber derrotado en 1958 durante su infancia.
Finalmente ha sido una lectura
muy amena y bastante bien hilada, intercalando la historia presente (1985) con
el año anterior y con los años 57 y 58, durante la infancia de los
protagonistas. De haberse escrito cronológicamente habría perdido toda la
fuerza que tiene, así como el suspense, y he de decir que me quito el sombrero
ante el Sr. King por el gran trabajo que ha hecho con este libro. La cantidad
de personajes es inmensa, bastante bien dibujados y definidos (como nos tiene
acostumbrados el Sr. King) y con un montón de guiños a la cultura popular de la
época que hacen que se haga muy amena la lectura (sin olvidar el cameo de Dick
Halloran, el cocinero del Hotel Overlook de la novela “El Resplandor”). La
exhaustiva descripción de personajes, sentimientos, lugares y ambientes hacen
que te metas de lleno en la historia a tal punto que puedes imaginar casi como si
vieras una fotografía el paisaje que te describe. Y no se hace para nada pesado
(bueno, un poco al sostenerlo entre las manos por largo tiempo, pero no al
leerlo).
No sé si soy demasiado sádico o
no, pero me ha parecido casi como un cuento de niños contado para adultos. Si
bien mi novela “Cicatrices” la escribí pensando en un público juvenil y varias
personas me han dicho que es un terror más adulto, no estoy muy seguro de si el
resto de la gente compartirá mi opinión sobre que parece un cuento infantil contado
para adultos. Es cierto que es una historia muy violenta, con algunos toques de
gore bastante repelentes, pero también es cierto que cuenta la historia del
Club de los Perdedores con la mirada de un niño, o eso me pareció. Transmite
muy bien esa visión de las cosas sobre el poder de la imaginación de un niño,
transforman las cosas mundanas en aventuras épicas (como cuando construyen un
dique en el río Kenduskeag y el momento de la cabaña enterrada en Los Barrens)
y sobre todo, la amistad. Ese sentimiento de unión que se tenía en la infancia,
la idea de amigos para toda la vida, de ser una piña y darlo todo por el
compañero… me recordó mucho a mi propia infancia y a las tropelías que hacía
con los amigos (también en un pueblo similar al Derry de la novela y rondando
ríos y zonas boscosas como ellos). Y al igual que en la vida, el reencuentro
del grupo tras muchos años está muy bien definido, reconociéndose como si no
hubiera pasado el tiempo pero con la clara evidencia del paso de los años en los
cambios físicos de los personajes. Casi que vuelven a comportarse incluso como
niños cuando se reencuentran. En medio de todo el horror, es muy tierna esa
relación entre el grupo y evoca muy buenos recuerdos de la infancia. Vale, igual apelo demasiado a la nostalgia y a la emoción, pero al fin y al cabo eso es lo bueno de una novela ¿no? Que te transmita cosas y te emocione...
Voy a hacer una mención a un momento en el que los fantasmas de algunos de los buenos se aparecen junto a los protagonistas al final del libro (no quiero destripar mucho) y eso me ha parecido grandioso. Hasta después de la muerte perdura la amistad y eso me parece muy optimista a pesar de la sangre que ha corrido a lo largo de las páginas. Stephen King siempre logra mezclar con maestría lo emotivo (sin llegar a ser ñoño) con lo salvaje y la extrema violencia, y a mi modo de ver le da mucha más verosimilitud a sus historias.
Eso se muestra mucho más
aterrador que en la miniserie de 1990 (dicen que el remake será más fiel a la
novela) y las muertes, además de ser muchísimas más, son más gráficas y
grotescas. Es cierto eso que dicen de que la miniserie no muestra ni la mitad de
lo que el libro cuenta, puede que muestre mucho menos aún. Es sólo la punta del
iceberg de la verdadera historia. Dicen que es mejor leer antes el libro y
luego ver la película, pero en la mayoría de los casos creo que debería ser al revés.
Si hubiera leído el libro antes de ver la miniserie me hubiera decepcionado
mucho la adaptación; sin embargo fue al revés y disfruté en su día la
adaptación y ahora el libro al ahondar más en esos personajes que ya conocía de
antes.
Si tuviera que puntuar el libro
en una escala del 1 al 10, le daría un 8. Me ha gustado bastante (tanto como
para haberlo devorado en dos semanas) pero he de admitir que ha habido cosas
que no me han llegado a encajar mucho (como lo que hacen los chicos en los
túneles de las alcantarillas tras derrotar a Eso en 1958, quien lo haya leído
sabrá a lo que me refiero, no quiero hacer spoilers).
Conclusión: Muy recomendable a
pesar de algunas cosillas puntuales que bien pueden ser cuestión de gustos. La
narración muy amena y te mete de lleno en la historia, bastante detallada y
mantiene el suspense (cortando escenas en momentos clave para dar la resolución
unas cuantas páginas más adelante). La psicología de los personajes me parece
muy bien trabajada, así como su aspecto y los gestos.
Tengo pensado continuar con "Dolores Claiborne", también de King, de modo que espero tener reseña pronto... Saludos!!
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