miércoles, 18 de enero de 2017

RESEÑA DE "IT (ESO)" DE STEPHEN KING




Las 1502 páginas del libro (en edición de bolsillo de Plaza y Janés) siempre me echaron un poco para atrás pero, debido a la reciente noticia de que este año y el sucesivo tendremos una nueva adaptación cinematográfica de la obra y a las maravillas que había oído hablar del libro, me decidí a darle una oportunidad. Me ha sorprendido que, para lo que me cuesta leer novelas largas, lo haya devorado entre el día 5 de enero y el día 18. Siempre me ha gustado Stephen King pero 1502 páginas son 1502 páginas… y para alguien que no se atreve demasiado con esos tochos, impone bastante.

¿De qué trata la novela a grandes rasgos? Cuenta la historia de siete amigos: Bill, Mike, Stan, Richie, Eddie, Ben y Beverly que vuelven a reunirse tras veintisiete años sin verse para derrotar de nuevo a Eso, una criatura sobrenatural que habita en el pueblo de Derry, Maine, alimentándose de sus habitantes tomando diferentes formas y apariencias, y al que creyeron haber derrotado en 1958 durante su infancia.

Finalmente ha sido una lectura muy amena y bastante bien hilada, intercalando la historia presente (1985) con el año anterior y con los años 57 y 58, durante la infancia de los protagonistas. De haberse escrito cronológicamente habría perdido toda la fuerza que tiene, así como el suspense, y he de decir que me quito el sombrero ante el Sr. King por el gran trabajo que ha hecho con este libro. La cantidad de personajes es inmensa, bastante bien dibujados y definidos (como nos tiene acostumbrados el Sr. King) y con un montón de guiños a la cultura popular de la época que hacen que se haga muy amena la lectura (sin olvidar el cameo de Dick Halloran, el cocinero del Hotel Overlook de la novela “El Resplandor”). La exhaustiva descripción de personajes, sentimientos, lugares y ambientes hacen que te metas de lleno en la historia a tal punto que puedes imaginar casi como si vieras una fotografía el paisaje que te describe. Y no se hace para nada pesado (bueno, un poco al sostenerlo entre las manos por largo tiempo, pero no al leerlo).

No sé si soy demasiado sádico o no, pero me ha parecido casi como un cuento de niños contado para adultos. Si bien mi novela “Cicatrices” la escribí pensando en un público juvenil y varias personas me han dicho que es un terror más adulto, no estoy muy seguro de si el resto de la gente compartirá mi opinión sobre que parece un cuento infantil contado para adultos. Es cierto que es una historia muy violenta, con algunos toques de gore bastante repelentes, pero también es cierto que cuenta la historia del Club de los Perdedores con la mirada de un niño, o eso me pareció. Transmite muy bien esa visión de las cosas sobre el poder de la imaginación de un niño, transforman las cosas mundanas en aventuras épicas (como cuando construyen un dique en el río Kenduskeag y el momento de la cabaña enterrada en Los Barrens) y sobre todo, la amistad. Ese sentimiento de unión que se tenía en la infancia, la idea de amigos para toda la vida, de ser una piña y darlo todo por el compañero… me recordó mucho a mi propia infancia y a las tropelías que hacía con los amigos (también en un pueblo similar al Derry de la novela y rondando ríos y zonas boscosas como ellos). Y al igual que en la vida, el reencuentro del grupo tras muchos años está muy bien definido, reconociéndose como si no hubiera pasado el tiempo pero con la clara evidencia del paso de los años en los cambios físicos de los personajes. Casi que vuelven a comportarse incluso como niños cuando se reencuentran. En medio de todo el horror, es muy tierna esa relación entre el grupo y evoca muy buenos recuerdos de la infancia. Vale, igual apelo demasiado a la nostalgia y a la emoción, pero al fin y al cabo eso es lo bueno de una novela ¿no? Que te transmita cosas y te emocione...

Voy a hacer una mención a un momento en el que los fantasmas de algunos de los buenos se aparecen junto a los protagonistas al final del libro (no quiero destripar mucho) y eso me ha parecido grandioso. Hasta después de la muerte perdura la amistad y eso me parece muy optimista a pesar de la sangre que ha corrido a lo largo de las páginas. Stephen King siempre logra mezclar con maestría lo emotivo (sin llegar a ser ñoño) con lo salvaje y la extrema violencia, y a mi modo de ver le da mucha más verosimilitud a sus historias.

Eso se muestra mucho más aterrador que en la miniserie de 1990 (dicen que el remake será más fiel a la novela) y las muertes, además de ser muchísimas más, son más gráficas y grotescas. Es cierto eso que dicen de que la miniserie no muestra ni la mitad de lo que el libro cuenta, puede que muestre mucho menos aún. Es sólo la punta del iceberg de la verdadera historia. Dicen que es mejor leer antes el libro y luego ver la película, pero en la mayoría de los casos creo que debería ser al revés. Si hubiera leído el libro antes de ver la miniserie me hubiera decepcionado mucho la adaptación; sin embargo fue al revés y disfruté en su día la adaptación y ahora el libro al ahondar más en esos personajes que ya conocía de antes.

Si tuviera que puntuar el libro en una escala del 1 al 10, le daría un 8. Me ha gustado bastante (tanto como para haberlo devorado en dos semanas) pero he de admitir que ha habido cosas que no me han llegado a encajar mucho (como lo que hacen los chicos en los túneles de las alcantarillas tras derrotar a Eso en 1958, quien lo haya leído sabrá a lo que me refiero, no quiero hacer spoilers).

Conclusión: Muy recomendable a pesar de algunas cosillas puntuales que bien pueden ser cuestión de gustos. La narración muy amena y te mete de lleno en la historia, bastante detallada y mantiene el suspense (cortando escenas en momentos clave para dar la resolución unas cuantas páginas más adelante). La psicología de los personajes me parece muy bien trabajada, así como su aspecto y los gestos.

Tengo pensado continuar con "Dolores Claiborne", también de King, de modo que espero tener reseña pronto... Saludos!!

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