Hago este post para defender y
criticar a partes iguales el Boloencierro.
Para empezar debo decir que es
un poco diferente a lo que tenía pensado en un primer momento, pues quería
hacer un vídeo para YouTube e incluir varios reportajes de Tv, pero ante la
duda de que me puedan decir algo por usar sus imágenes sin permiso, prefiero escribirlo
y dejar algunos links con algunos reportajes sobre el Boloencierro. Por eso y porque
se me ha complicado lo de la grabación, pero bueno…
Os voy a contar un poco de la
historia de esta tradición. Si no estoy mal informado, el Boloencierro comenzó
a hacerse en el 2009. Unos hombres de aquí del pueblo, como no había dinero
para toros, mientras hablaban tomándose algo propusieron sustituir las reses
por una pelota. Y la verdad es que ole sus huevos por tomar la iniciativa y
tratar de buscar una alternativa para el pueblo. Y lo cierto es que la idea
mola bastante, como en el Grand Prix o algo así. El primero de los links que os
voy a dejar es de un reportaje de España Directo en el que se habla de esto.
Como veréis en el vídeo, había accidentes ya por entonces, sí, pero nada serio.
Sólo laceraciones, rasguños o rozaduras.
Era una bola de unos tres
metros y, en teoría de unos 100 o 120 kg.
En cinco años ya había
alcanzado gran popularidad y fama. Todos los veranos aparecía en los medios de
comunicación y venían turista a disfrutar de la carrera, tanto nacionales como
internacionales. Se hicieron eco medios extranjeros y la televisión japonesa
incluso hizo un reportaje sobre ello. Lo podéis ver en el link que dice TV
japonesa.
Y lo que la gente no sabe, no
se acuerda, o no quieren acordarse, es que esto fue así por muchos años. Salvo
en un par de excepciones en los que los accidentes fueron heridas más severas,
pero que distaban mucho de ser graves.
Incluso si veis vídeos de los
primeros boloencierros, cuando la bola era amarilla o las primeras veces que se
usó la blanca, comprobaréis que todas las medidas de seguridad adoptadas en la
actualidad eran saltadas a la torera. Gente que se metía a parar la bola,
calzado inapropiado, niños, grabando con el móvil según se corría… La gente era
más imprudente.
En siete ediciones
consecutivas, siete años, todo quedó en rozaduras, raspones y cosas así.
Entonces, ¿qué pasó ahora para que la cosa cambie?
Poco a poco, el peso de la
bola fue en aumento, hasta llegar a los 150 kg. En 2016, pasó algo. La bola, en
su descenso, se partió en dos limpiamente al golpear contra una talanquera. Echad
un ojo al link que pone 2016.
En lugar de tirarla y hacer
una nueva, decidieron ensamblarla y reforzarla de caucho, por lo que el peso se
duplicó. Creo que fue un gran error ya que, si veis que a medida que aumenta de
peso, las lesiones son más severas, aunque no lleguen a ser graves, es de
suponer que si se lanza una bola de entre 200 y 300 kg, al que pille por delante
le va a hacer mucha pupita.
Para 2017, la bola era un
mastodonte. El primer día de Boloencierro, primero corrieron los niños en el Boloencierro
infantil y luego llegó el momento de los adultos. Se hicieron dos carreras y en
la primera… Bueno, golpeó a un hombre por la espalda, lanzándolo contra la
chapa de la plaza y perdiendo el conocimiento por unos momentos. Le rompió tres
costillas. Al día siguiente fue mucho peor. En la primera bajada rozó a una
chica a la que lanzó contra las talanqueras, aunque sin gran daño. Pero en la
segunda bajada… fue el golpe que le dio mala fama al Boloencierro. El herido
sufrió una fractura craneoencefálica severa y estuvo en coma inducido por
muchos días.
Hay varios vídeos sobre el
accidente, pero uno en concreto se ve en todo momento dentro del encuadre al
herido y si lo analizáis os daréis cuenta de que, lejos de que no cumpliera con
las normas de seguridad, las cumplió todas. Dos de las normas dicen que hay que
vigilar la bola en todo momento y que en caso de que te vaya alcanzar,
apartarse de su lado si es posible. Si podéis distinguir al hombre durante la
carrera, él gira la cabeza hacia la bola para asegurarse de por dónde va.
La
bola se desplaza hacia la derecha de la pantalla y él hacia la izquierda. La
bola golpea en la talanquera y rebota directamente hacia él. Aquí dicen que se
quedó parado, incluso oí decir que se quedó parado esperando a que le viniese
la bola… En el vídeo se ve claramente cómo el hombre gira su cabeza de nuevo
hacia la bola cuando oye el golpe en la talanquera. Me tomé la molestia de
cronometrar el recorrido de la bola y, desde que rebota en la talanquera hasta
que le da a él, no pasan ni dos segundos. Un segundo con nueve, concretamente.
Si descontamos una o dos décimas más hasta que el chaval se da cuenta de lo que
está sucediendo, nos queda un segundo con siete o con ocho, como mucho.
¿Realmente pensáis que con tan corto espacio de tiempo, viendo una bola de tres
metros de diámetro y 250 kg acercándose a ti a toda velocidad, vas a tener
tiempo para ponerte a pensar y a valorar la situación para saber qué hacer? A
mí me parece que su reacción fue más un acto reflejo que algo consciente, por
lo que veo muy mal culpar al herido del accidente.
Como escritor, sé la
influencia que pueden llegar a tener las palabras dependiendo de cómo narres
algo. Se dijo que se quedó parado esperando a la bola, o que se paró, se dio la
vuelta e intentó pararla… sinceramente, no creo que en tan corto espacio de
tiempo su mente haya sido capaz de racionalizar todo eso… Por otro lado, el
concejal de festejos dijo algo referente al accidente de éste año 2018 que me
gustó mucho y que creo que se puede aplicar también al del 2017. Él dijo:
“hemos observado que el chico, no sabemos si bien por miedo o qué le ha pasado,
se ha quedado como bloqueado en el recorrido y ha sido cuando le ha alcanzado
la bola”. ¿Por qué me gusta lo que dijo? Por dos motivos: Uno, me
parece una manera de describir la realidad de la situación mucho más acertada
y: Dos, creo que en sus palabras hay mucha más educación y respeto hacia el
herido que cuando se dice simplemente que no cumplió con las normas, que se
quedó parado esperando a que llegara la bola, que quería detenerla o cosas así.
Buscando por internet cómo reacciona un ser humano ante un susto repentino me encontrado con cosas así:
Creo que estas cosas también se deberían tener en cuenta a la hora de tomar medidas de seguridad. Estoy convencido que si los accidentes de 2017 y 2018 se hubieran producido exactamente igual, pero con una bola mucho menos pesada, no hubieran sido tan graves...
Yo por aquel entonces, en
2017, cuando me enteré de todo esto que os estoy contando, me frustré mucho y
me dio mucha rabia. ¿Cómo era posible que nadie hubiera hecho nada por impedir
el aumento del peso de la bola? Llegué a poner una queja por Facebook e incluso
en un comentario al propio Facebook del ayuntamiento.
Por cierto, quiero aclarar
también que tanto Protección Civil como los servicios sanitarios, quienes
recibieron ciertas quejas, actuaron muy bien, rápido y de manera eficaz por lo
que pude ver. Lo mismo que digo una cosa digo la otra.
Durante 2017 se hablaba que la
bola pesaba unos 300 kg.
El alcalde dijo: “Vamos a revisar todas las medidas de
seguridad, reforzar la información porque estamos teniendo muchísimas visitas
de personas que vienen de todo el mundo. No queremos que sea un evento trágico,
queremos que sea un evento lúdico. Vamos a modificar todo lo que se tenga que
hacer para que siga siendo una gran fiesta.”
La Vanguardia: “que ahora pesa 300
kilos frente a los 100 de los años anteriores.”
Telemadrid: “El alcalde ha
matizado que el Ayuntamiento "no quiere que el Boloencierro sea un evento
mortal ni peligroso" para los participantes, sino una cita
"divertida", por lo que van a tomar "todas las medidas
necesarias para poder seguir disfrutando de él".”
Para 2018 se dijo que se iba a
extremar las medidas de seguridad. En el link que os dejo con el nombre de
ayuntamiento podréis ver el vídeo que colgaron ellos en su canal de YouTube
explicando las normas.
Lo cierto es que bien por
ellos, la mayoría me parecen normas de cajón, pero aplaudo el hecho de que las
difundieran y quitaran las partes bajas de las talanqueras, con un perímetro de
seguridad tras ellas, para que los corredores pudieran escapar. Eso me gustó,
está guay. Incluso se repartieron folletos en los que se enumeraban las normas
y se avisó por megafonía este año desde la furgoneta de protección civil. Sí,
es cierto que se hizo. Otros años no, pero éste sí.
El primer día de boloencierros
de este año, la bola rompió un hierro de la plaza y desmontó una de las
puertas. Nada más. Pero durante el segundo día, otro accidente ocurrió. Un
chaval fue aplastado contra un panel de madera a la entrada de la plaza y,
según creo, arrastrado hacia adentro hasta la entrada. A pesar de las medidas
de seguridad, la más básica, no se había cumplido: bajar el peso de la bola.
Los daños fueron muy graves, fracturas craneoencefálica, torácica y diversas
más en las extremidades, brazos y piernas. Y otra vez lo mismo, que si la culpa
era del chico que si tal que si cual… Y yo digo, ¿no os habéis puesto a pensar
que, si antes no habían esas medidas de seguridad y no pasaban estas cosas y
ahora, desde que se ha duplicado el peso de la bola sí, igual el problema no
son los corredores, si no la propia bola?
Las medidas de seguridad para
el próximo año serán cascos… sí, como los de las bicicletas. Al chaval le han
molido el cuerpo pero con un casco seguro que se solucionará. Pues no.
¿Qué pasará si el día de
mañana, por ejemplo, un corredor con casco tropieza en medio de la carrera y la
bola le golpea el cuello o la espalda? ¿Implantarán una nueva medida de
seguridad en la que todos los corredores deberán llevar armadura? Porque mirad cómo está la carretera por la que bajan corriendo y todo puede pasar (de hecho no sería la primera vez que sucede en el Boloencierro que alguien tropieza y cae).
Y dicen que
en los encierros con toros también hay accidentes, pero el toro tiene la fuerza
que tiene y ya, la bola, sin embargo, al ser algo hecho por el ser humano, se
le puede meter o quitar peso. Y es que desde que se ha aumentado la bola, en
dos años llevamos tres heridos graves, lo que no hemos tenido en los siete años
anteriores.
Y lo peor de todo es que a
pesar de que han barajado la posibilidad de reducir el peso de la bola, al
final se ha declinado la idea. ¿Por qué? Como le preguntó un presentador de
Antena3 a uno de los responsables: “¿Qué es lo que tiene que pasar para que
esto pare?”
Como digo, a mí el
boloencierro me gusta, me parece una idea buenísima, pero no con esa bola. Eso
me parece una imprudencia brutal. Dicen que no se puede reducir el peso, pero
se sabe que en ediciones anteriores sí pesaba menos. Algunos dicen que es por
el morbo y la adrenalina de correr ante algo que pueda conllevar cierto
peligro, pero entonces ¿por qué funcionaron tan bien las ediciones pasadas y
estas dos en cambio están siendo tan rechazadas por parte del público, prensa y
opinión pública? Entonces ¿qué es lo que buscan conseguir con esto? Ni idea.
Lo que sí que sé es que muchos
medios están criticando mucho la iniciativa del boloencierro, en especial este
año, y los comentarios por las redes ya ni os cuento las perlas que están
soltando… y lo peor es que en parte llevan razón.
Me parece muy triste y
decepcionante que una buena idea, que nos ha dado al pueblo tanto turismo y
visibilidad, la vayan a echar a perder como sigan así y que sólo consigamos ser
el hazmerreír de la gente, porque es lo que está pasando.
En las últimas dos ediciones,
cuando los golpes han sido graves, sé de turistas porque me lo han comentado
personalmente, a los que se les ha quedado muy mal cuerpo tras ver esos
accidentes. He visto críos llorando o suplicando que se querían ir y que no
querían ver la bola grande… eso para mí no es diversión, no me parece en
absoluto un evento lúdico y familiar como se lanzó en un primer momento, al
menos eso es lo que me parece a mí.
Una de las personas
involucradas con el boloencierro, que no voy a decir ni su posición ni su
nombre para preservar su privacidad, estuvo a mi lado el año pasado en el
momento del accidente más grave y se quedó mudo. Vi que no le gustó todo
aquello y no parecía estar disfrutando lo más mínimo con lo que tenía ante sus
ojos. Días después, me confesó que el herido había estado mucho peor de lo que
contaban los medios. Creo que eso debería haber sido suficiente para que la
organización se diera cuenta de lo peligroso que había sido el aumento de peso
en la bola. Y otro de los hombres lo mismo, y yo me imagino que realmente no
querían que sucediera lo que pasó, y es por eso por lo que no me cabe en la
cabeza porqué nada cambia. O si quizás porque no sean ellos realmente quienes
tienen el control sobre la propia bola.
Y como digo, me da cierta pena
y cierta rabia ver cómo todo esto se está degradando. El boloencierro no es lo
que era y sintiéndolo mucho no creo que vuelva a ir el año próximo. Porque yo
prefiero ver que la bola le pega un revolcón a alguien y todos nos echamos unas
risas a ver cómo los servicios sanitarios se tienen que llevar a alguien con
los huesos molidos y que luego se le culpe a él por ello… Ojalá que de aquí al
año próximo cambien de opinión.
El boloencierro mola, pero
como antaño.
Y para terminar os dejo una serie de comentarios que he ido encontrando por internet sobre cómo ve la gente últimamente este evento, no están todos, pero la mayoría son de este tipo...